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Museos publican sus políticas educativas

Tras dos años de trabajo

Museos publican sus políticas educativas

Publicado el 15/09/2020
Estos documentos recogen lo que históricamente se ha realizado en las áreas y levantan un marco de trabajo propio que refleja el espíritu de la educación en museos, la conexión con el territorio y los vínculos con la comunidad.

Desde 2018, la Subdirección Nacional de Museos (SNM), por medio de su área de Educación, ha trabajado en la posibilidad de que los museos que coordina elaboren una política educativa que permita poner en orden la línea histórica del área: lo que se ha hecho, el estado actual y lo que se propone. También, que busque integrar lo que las comunidades han señalado como esencial; antecedentes que se han recabado mediante trabajos de pesquisa, evaluación y sistematización que las áreas educativas han llevado adelante en los últimos años. Finalmente, propone un marco filosófico, principios y lineamientos que guíen su acción, en sintonía con las declaraciones sobre bienestar humano expresadas por el Servicio Nacional del Patrimonio Cultural.

El Instituto de Políticas Públicas en Derechos Humanos del Mercosur (2014), señala que las políticas deben ser entendidas como "procesos colectivos de construcción de sentido y de interacción entre actores estatales y sociales en pos de un mayor bienestar". Aun cuando estas políticas de museos son de carácter institucional, obedecen a la misma lógica, pues lo que buscan es que tanto las acciones como sus finalidades estén alineadas con los significados y sentidos que las personas y comunidades otorgan a la colección, a las intervenciones y a las acciones culturales que el área educativa del museo permanentemente genera.

Aprovechando que ya estaban trabajando en un plan de educación, tres son los museos que aceptaron esta experiencia de manera voluntaria: el Museo del Limarí, en Ovalle; el Museo de Historia Natural de Valparaíso y el Museo Mapuche de Cañete.

Si bien es cierto se ha generado desde la SNM un formato de trabajo, cada museo lo utilizó en atención a su propia historia y cultura organizacional. En torno a los principios, por ejemplo, el Museo Mapuche de Cañete declara como esencial el uso del inatudugun como método de investigación del levantamiento de conocimientos mapuche; el Museo de Historia Natural de Valparaíso, por su parte, propone el principio de sostenibilidad para apuntar a una relación mejorada entre ser humano y planeta, y el Museo del Limarí expone los principios de justicia y producción de conocimiento, para respaldar un trabajo con enfoque en la decolonialidad.

La política incluye un plan de evaluación, asunto que también se está incorporando progresivamente en las instituciones coordinadas por la SNM, lo que va a permitir que ciertas acciones puedan ser materia de registros, de modo tal que la memoria de trabajo se visibilice desde el momento mismo de su diseño.

Así, estos documentos son el reflejo de un largo e intenso trabajo de ordenamiento de información, pero, fundamentalmente, han sido un ejercicio para pensar y repensar las áreas desde aquello más profundo y significativo que las mueve, para mirar introspectivamente el trabajo educativo reconociendo los elementos singulares y propios que constituyen el corazón de su labor y dotando de mayor sentido sus proyecciones.

Estos trabajos debieran ser actualizados cada cinco o seis años, con el fin de incorporar los nuevos elementos provenientes de las señales sociales del país, así como de las localidades territoriales.